¿Deberes escolares? No. ¿Deberes familiares? Si.

deberes familiares

A la salida del colegio, ¿qué pregunta aparece en la mayoría de las familias? ¿Qué te apetece jugar esta tarde, cariño? o ¿tienes muchos deberes? Desde hace años, el tema de los deberes escolares es motivo de queja por parte de cada vez más familias. De hecho, CEAPA, entre otras instituciones, lleva varios años haciendo campaña en contra de los deberes. Esta última campaña llamada #STOPDEBERES, se basa en estos cinco puntos:

  1. Los deberes son un método de aprendizaje erróneo.
  2. Los deberes sobrecargan al alumnado.
  3. Los deberes suponen una intromisión e injerencia en la vida familiar y el tiempo de ocio.
  4. Los deberes generan situaciones de desigualdad entre el alumnado.
  5. Los deberes vulneran los derechos del niño.

Estoy a favor de los deberes, pero de los deberes “familiares”. En cada etapa evolutiva lo que pueda hacer un niño o niña, que lo haga. Asumir responsabilidades de forma progresiva, eso es educar, entre otras cosas. Pero sin perder de vista sus ilusiones y deseos, buscando el equilibrio. Y los deberes escolares desequilibran, claramente. A unas familias más que a otras. Creo que las familias tenemos que enfocar nuestra labor para que nuestros hijos e hijas sean buenas personas, buenos ciudadanos, no buenos estudiantes exclusivamente. Dotarles de herramientas para que aprendan a asumir responsabilidades, a fabricar ilusiones y deseos, para que sepan adaptarse a las diferentes realidades y contextos donde se desenvuelven en la actualidad o se desenvolverán.

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Si las familias aprovechan las innumerables ocasiones que se tienen a diario para fomentar la responsabilidad, no haría falta que el profesorado mandara  deberes. Saldría de la propia familia equilibrar juegos con lectura, pintar con recoger la mesa, desordenar los juguetes y luego ordenarlos, hacer una comida o degustarla en familia. En el hogar tiene que existir tiempo para la risa, contar anécdotas del día, pelar patatas, limpiar el salón, dar un masaje a mamá, dar un masaje a mi hija, sacar al perro, fregar una sartén, perder el tiempo, aburrirse, hacer bromas, ordenar mi habitación o doblar la ropa.

Para Familias en la Nube, que los niños puedan asumir responsabilidades y deberes es un derecho. Acostarte con un estado emocional positivo implica que durante el día has equilibrado deseos y obligaciones, que por un lado, has disfrutado del día, y por otro, has cumplido con tus deberes y obligaciones. Y esto ocurre en cualquier etapa evolutiva. Las familias tenemos que colaborar para que nuestros hijos encuentren ese equilibrio la mayoría de los días. Hay que trabajar con las familias en la idea de que para equilibrar deseos y obligaciones es necesario centrarse más en los deseos, en las ilusiones, y lo otro vendrá casi hecho. Cuando un niño ha disfrutado, quiere colaborar, quiere asumir responsabilidades, quiere enriquecerse. Pero si no ha disfrutado, y nos centramos exclusivamente en los deberes (recoge la habitación, estudia, lávate los dientes, pon la mesa), y si encima le sumamos los deberes escolares, le costará más trabajo interiorizar responsabilidades.

Como ya escribí en un artículo hace años, http://familias-inteligentes.blogspot.com.es/search?q=deberes   en el II PLAN ESTRATÉGICO DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA 2013-2016 (II PENIA), del Ministerio  de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, era la primera vez que las Administraciones hablan, no sólo de derechos, sino de deberes y responsabilidades de los menores de edad. Los niños y niñas a lo largo de la historia han pasado por tres fases: no tener derechos, tener derechos, y ahora tener derechos y deberes. Cuando se refiere aquí a deberes, ¿son escolares? Creo que no.

Otro debate sería cuánto tiempo dedica el ámbito escolar a las ilusiones y deseos del alumnado, y cuánto a las obligaciones y deberes. ¿Está equilibrado? Creo que en cualquier educativo debería estarlo.

 

 

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Psicólogo especialista en Psicología Clínica Infanto-juvenil y Terapeuta Familiar desde hace más de 25 años. Conferenciante sobre temas educativos, centrados en la parentalidad positiva, su modelo educativo consiste en dotar de herramientas a los padres y madres para que sepan poner límites de una forma respetuosa, con la responsabilidad y la felicidad como compañeras de viaje.

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Comments

  1. Pues a mí no me parece mal que los niños traigan deberes escolares a casa. Otra cosa es, ¿Cuánto tiempo deben dedicar a esas tareas? , ¿Los puede hacer solo o necesita ayuda de un adulto?, ¿Sirven para complementar o reforzar lo trabajado en clase? y muchas preguntas más.

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