Pensamientos familiares: ¿dirigidos a las ilusiones, o a las obligaciones?

by Antonio Ortuño

La familia es un hervidero de pensamientos, conductas, emociones. Unas familias se centran mucho en las emociones, otros en las conductas. En las ilusiones, o en las obligaciones. En Familias en la Nube hablamos de emociones, de conductas, y ahora dedicaremos un breve espacio para hablar de los pensamientos y de  las implicaciones que puede tener en la vida familiar.

El pensamiento está presente en cualquier proceso de toma de decisiones en las familias. El pensamiento es la materia prima de la comunicación, de la gestión positiva de los conflictos, de las discusiones.

Cuando te comunicas o discutes con tu hijo o hija, se producen pensamientos en interacción, pensamientos disfrazados de lenguaje. Dependiendo de lo que se piense, de cómo interpretamos las conductas de nuestros hijos e hijas, se facilita la interacción, se manejan las emociones.

En el pensamiento familiar aparecen dos productos. Es como si en cada cerebro de cada mamá o papá existieran dos compartimentos o cajas:

1. La caja de las ilusiones: pensamientos destinados a disfrutar, producir, a emocionarse, a vivir. Nuestros hijos e hijas son fábricas de ilusionarse, ¿qué hacemos la familia? ¿La atendemos? ¿las regulamos con inteligencia?
2. La caja de las obligaciones: pensamientos destinados a las tareas, los deberes, los esfuerzos. Nuestros hijos e hijas pueden ser máquinas de evitar hacer lo que nos es gusta (o lo que se le obliga a hacer). ¿Qué hacemos la familia? ¿La atendemos? ¿las regulamos con inteligencia?

Dicho esto, invito a reflexionar. ¿Cuántos pensamientos llenan la caja de las ilusiones? ¿Y la de las obligaciones? ¿Están equilibradas ambas cajas? Cada familia debe replantearse, en su día a día con su hijo o hija, el tiempo que dedica a ambas cajas. Así nos encontramos con diferentes tipos de familias:

1. Familias amargadas: son aquellas cuya caja de las ilusiones está casi vacía, y la de las obligaciones está desbordada. Apenas se dedica tiempo a jugar, reírse, hablar de la vida, hacer proyectos, realizar actividades de disfrute… Las energías se centran en dar órdenes, estar encima para que coma, para que recoja. Son el abono para las regañinas, las amenazas, los castigos, la violencia. Hay un desequilibrio que genera mucho malestar emocional.
2. Familias ilusionistas: son aquellas cuya caja de ilusiones es un colador, nunca se llena, y apenas piensan en la caja de las obligaciones. Se quiere atender continuamente a las ilusiones y deseos de sus hijos e hijas, hay espacio siempre para la risa, el encuentro, el juego, la comunicación, pero las obligaciones no acompañan al ritmo que marca cada etapa evolutiva. Algunos “trucos de magia” aprendidos en la familia pueden no funcionar en otros escenarios, presentes y futuros.
3. Familias a la deriva: son familias desconcertadas, que lo han intentado todo, y que apenas hacen nada. Los pensamientos van y vienen, sin orden, sin estructura, sin credibilidad. Hay un desequilibrio entre ilusiones y deseos, los adultos han perdido el control de la situación, sin haber construido el autocontrol necesario en sus hijos e hijas.
4. Familias Inteligentes: aquellas que no pierden de vista el equilibrio entre obligaciones y deseos, pero priorizando la ilusión. A través de la técnica del semáforo inteligente, los pensamientos y sus productos se clasifican en tres colores:
   1. Semáforo rojo: No es posible el deseo, la ilusión, y le decimos NO.
   2. Semáforo amarillo: es posible la ilusión, pero es necesario equilibrarlo con una obligación. Se usan estrategias motivacionales en positivo, que responsabilicen.
   3. Semáforo verde: las ilusiones y deseos se viven con intensidad, se atienden sin límites.

En las familias amargadas hay mucho rojo.

En las familias ilusionistas, hay demasiado verde.

Las familias a la deriva no saben ni en el color en el que están.

Las familias inteligentes equilibran en cada etapa evolutiva la dosis correspondiente a cada color.

Si quieres analizar tu equilibrio de colores, no dudes en realizar este curso. https://familiasenlanube.org/curso/habilidades-para-educar-conflictos-en-casa/Y si notas desequilibrio, a estudiar para cambiar, a formarte con el resto de cursos que te ofrece Familias en la Nube (o con la lectura de nuestro libro Familias Inteligentes).

Antonio Ortuño

Psicólogo especialista en Psicología Clínica Infanto-juvenil y Terapeuta Familiar desde hace más de 25 años. Conferenciante sobre temas educativos, centrados en la parentalidad positiva, su modelo educativo consiste en dotar de herramientas a los padres y madres para que sepan poner límites de una forma respetuosa, con la responsabilidad y la felicidad como compañeras de viaje.

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